En J. Martínez Asesores, gracias al responbsable del área jurídica (Jesús J.) no solo defendemos a nuestros clientes frente a reclamaciones injustas, sino que también impulsamos estrategias efectivas para que hagan valer sus derechos. Un caso relevante fue el de una propietaria que sufrió una demanda intimidatoria por parte de sus inquilinos, pero que, lejos de ceder, contrademandó con éxito (reconvenimos), logrando una doble victoria judicial.

El caso: una demanda con fines intimidatorios

La propietaria de una vivienda recibió una demanda interpuesta por la entidad mercantil que arrendaba su propiedad, cuyos inquilinos pretendían presionarla judicialmente. Sin embargo, bajo nuestro asesoramiento, la propietaria contraatacó con una demanda reconvencional en la que reclamó las rentas impagadas y los daños causados en la vivienda.

Primera instancia: condena a los inquilinos por intentar enriquecerse injustamente a costa de la arrendadora

El Juzgado de 1ª Instancia nº 1 de Pozuelo de Alarcón resolvió en la sentencia de 7 de abril de 2017 estimar íntegramente la demanda reconvencional, condenando a la inquilina a:

✅ Pagar 2.550 euros en concepto de rentas impagadas.
✅ Pagar 4.320 euros por la reparación de daños causados en la vivienda y no al contrario.
✅ Abonar los intereses legales de ambas cantidades desde la interposición de la demanda.
✅ Asumir las costas procesales, dada la falta de fundamento de su demanda inicial.

Segunda instancia: ratificación de la victoria de 1ª instancia

Los inquilinos, inconformes con el fallo anterior, presentaron recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Madrid, Sección 19ª (Recurso de Apelación 508/2017). Sin embargo, mediante sentencia nº 13, la Audiencia desestimó su recurso y confirmó íntegramente la sentencia de primera instancia, imponiéndoles nuevamente las costas procesales de la apelación.

El papel clave de la defensa

Gracias a la estrategia impulsada por nuestro socio, la propietaria no solo se defendió con éxito, sino que además logró que sus inquilinos fueran condenados por impago y daños, desmontando su intento de utilizar el proceso judicial como herramienta de presión.

Conclusión

Este caso es un claro ejemplo de que, cuando los derechos de los propietarios se ven amenazados por estrategias abusivas, la mejor defensa es un buen ataque. Asesoramos a nuestros clientes para que hagan valer sus derechos y eviten caer en tácticas intimidatorias.

📩 Si eres propietario y enfrentas problemas con inquilinos, consúltanos. Te ayudamos a defender tu patrimonio.